En la icónica semana de la moda parisina, Chanel, nos transportó a un universo donde el arte, la arquitectura y la moda se entrelazan en una danza de opulencia y fantasía. La colección de alta costura otoño-invierno 2024/25 se presentó en un escenario que encarna la majestuosidad de la historia francesa: el emblemático Palais Garnier, mejor conocido como la Ópera de París.
El espectáculo de Chanel no fue solo una pasarela, sino una experiencia inmersiva que capturó la esencia misma de la Alta Costura. En esta ocasión, la maison ofreció una sinfonía visual, una gala teatral donde la moda se convirtió en poesía, en un tributo a la elegancia y el refinamiento que han definido a la marca desde su creación. Cada look presentado en el desfile fue una obra maestra, confeccionada con la meticulosidad y el esplendor que caracterizan a Chanel. Los bordados minuciosos, los tules etéreos, el terciopelo suave y el satén reluciente se combinaron para crear piezas que destilan lujo y sofisticación. Los moños en diversas formas y tamaños adornaron las siluetas, mientras que las capas de tafetán agregaron un toque de opulencia regia.
El legendario tweed, un ícono inmortalizado por Chanel, también hizo su aparición, reinventado con la creatividad y la audacia que siempre ha distinguido a la casa. Cada prenda fue un homenaje a la historia de la moda, transportándonos a una época donde el lujo y la poesía eran inseparables.
Un Escenario Majestuoso El fotógrafo parisino Karim Sadli fue el encargado de capturar la esencia de esta colección. Con su impecable manejo de la iluminación, Sadli logró resaltar los detalles que hicieron de cada prenda una obra de arte. Las fotografías no solo mostraron la moda, sino que también subrayaron la magnificencia del Palais Garnier, cuya arquitectura imperial se fusionó a la perfección con los diseños presentados.
El diseño de la pasarela, transformando los pasillos del palacio en palcos exclusivos para la ocasión, estuvo a cargo del aclamado director, escritor y dramaturgo francés Christophe Honoré. La presentación, realizada en colaboración con Fashion Creation Studio, fue un verdadero espectáculo que reflejó la simbiosis perfecta entre la moda y el arte, evocando la rica herencia cultural de Francia.
Conclusión
La colección de alta costura otoño-invierno 2024/25 de Chanel no solo fue una muestra de moda, sino una celebración del espíritu de la Alta Costura. En el espléndido entorno del Palais Garnier, Chanel logró una vez más capturar nuestra imaginación, recordándonos por qué la maison sigue siendo un faro de elegancia y sofisticación en el mundo de la moda.
Por Leonor Torres Sanz
Fotos de Karim Sadli cortesía de Chanel