Juá es una propuesta estética que combina sensualidad con comodidad real. “Nosotras empezamos a diseñar lencería porque no encontrábamos piezas que fueran lindas y, al mismo tiempo, cómodas de verdad. Todo apretaba, picaba o simplemente no se sentía bien en el cuerpo”, cuenta Siouzana Melikian. Después de meses de prueba y error, desarrollaron moldes que se sienten como una segunda piel. “Queríamos que las prendas abrazaran el cuerpo, no que lo castigaran”, dice. El resultado: bodys, tops, bralettes y conjuntos que pueden usarse debajo… o encima. En su décimo aniversario, Juá ha evolucionado hacia una propuesta de moda completa, sin dejar de lado sus raíces en la ropa íntima.
En un contexto donde las transparencias dominan las pasarelas y la ropa interior se vuelve exterior, Juá encontró su momento. Su propuesta está pensada para mezclarse, para superponerse, para viajar ligero y vivir intensamente. Cada pieza puede ser parte de un look urbano, de noche o de descanso. “Diseñamos para mujeres que quieren sentirse poderosas, cómodas y bellas, sin cambiarse cinco veces al día”, explica Siouzana. “Nuestras clientas mezclan piezas de distintas colecciones. No seguimos la moda rápida, sino la identidad personal”.
Esra colección es un reflejo de la esencia de Juá: materiales ligeros, siluetas limpias, y una estética que se mueve entre lo íntimo y lo urbano. “Nos fuimos a lo esencial. Negro, azul profundo, cortes sobrios, pero con carácter. Queríamos celebrar estos 10 años regresando al origen”, comenta la diseñadora. Además, muchas de las piezas se han creado con sobrantes de tela, como parte de su ya conocido Proyecto Retazos, nacido durante la pandemia. “Fue una respuesta creativa a una crisis real. Unimos retazos, inventamos nuevos diseños y así sobrevivimos”, explica. Ese espíritu experimental sigue presente. En esta colección, las texturas recicladas conviven con telas tecnológicas importadas de Colombia y con mesh mexicano de gran calidad.
Juá es una marca que cuida cada etapa del proceso. Desde el diseño hasta la confección, todo sucede in house, en su taller ubicado en la colonia Roma, CDMX. Esto les permite mantener estándares de calidad altos y una línea directa entre creatividad y producción. “El mesh que usamos es delicado, difícil de trabajar. Por eso necesitamos costureras muy especializadas. Es un trabajo artesanal y técnico a la vez”, explica Siouzana. Además, sus piezas están pensadas para durar. Son atemporales, combinables, fáciles de cuidar y ligeras de empacar. “Viajo con una maleta pequeña porque todo lo que llevo es Juá. Se enrolla, no se arruga, y puedo hacer mil looks con cinco prendas”, asegura.
Más que una tienda, Juá ofrece una experiencia personalizada en su showroom en la colonia Roma. Las clientas reciben asesoría, prueban las prendas con calma y descubren cómo integrarlas a su estilo personal. Y no son solo mujeres: muchos hombres también visitan el showroom para regalar. “Les pedimos una foto de su pareja y los ayudamos a elegir algo que vaya con su estilo. La moda también es intuición”, cuenta entre risas.
En un mundo saturado de modas efímeras, Juá es una marca con una narrativa clara: versatilidad, belleza, conciencia y diseño. Cada prenda cuenta una historia de resiliencia, creatividad y autenticidad.
Desde la pasarela hasta el día a día, las piezas de Juá acompañan a mujeres reales que buscan estilo sin esfuerzo, elegancia sin rigidez y sensualidad sin clichés.
“La ropa interior no tiene por qué ser escondida ni complicada. Queremos que cada mujer se sienta cómoda con lo que lleva puesto, desde la mañana hasta la noche”, dice Siouzana.
Por Natalia Márquez
Retrato de Omar Aguilera
